miércoles, 29 de enero de 2014

Existir.

Nunca vivir. Sólo existir. Respirar por hacerlo. Caminar, comer y dormir porque sí. No tener un objetivo claro y hacer las cosas porque se tienen que hacer. Días a día, ser un automáta. El dolor se va porque no quieres sentirlo. Porque lo ignoras. Ignoras lo que te podría dañar, cuando no puedes estarlo más. Así es como se sigue. Ignorando y existiendo.
Sin vuelta atrás.


No hay comentarios:

Publicar un comentario